Por Fermín Tristán
La serpiente denominada Yarará es de lo más común en la región, y a la hora de pensar en un animal popular puede ser de los primeros que se nos viene a la mente si tenemos que elegir a uno que nos represente. Al menos esto es lo que piensa Gonzalo Correa. “Yarungos: vos pateas una piedra en Holt Ibicuy y aparece una yarará, por eso pensé en ese nombre –que es un entrerrianismo si se quiere cariñoso para denominar a la víbora– para nuestro equipo de rugby”, dice. El equipo es el primero de la historia de nuestro departamento: “Los equipos de este deporte suelen denominarse por animales que primen en sus lugares de origen”, agregó.
Lo importante en sí es lo que se desliza: Islas tiene el primer equipo de rugby de su historia y se enclava en la ciudad costera del Paraná. Correa, un correntino que se crió en La Paz y que se unió a la Prefectura que lo terminó llevando a la ciudad de nuestro departamento –previo paso por Buenos Aires– dice que “este sueño llamado Yarungos Rugby Ibicuy, nace un 21 de febrero de 2016”, rememora con precisión para continuar: “Me encontraba en la plaza del pueblo y tenía a mi nena chiquita jugando y en la otra punta veo a unos chicos con una pelota de rugby, a la que le decimos la `guinda´ y bueno, no pude contenerme y les pregunte si sabían dar el pase y si conocían algo del deporte, ante la negativa les pregunté si querían que les enseñara, que era jugador y que venía de Buenos Aires y ahí empezó todo”.
Gonzalo llegó a Holt en 2008 y echó raíces. Se casó y tuvo dos hijos ibicuinos: “No me voy más, y tengo sueños muy grandes con el deporte”, exclama el hoy docente de la Escuela Técnica Nro. 96 Conscripto Humberto Omar Giorgi.
Sobre el hecho histórico que lo tiene como protagonista, la fundación de Yarungos, dice que “medir la importancia que tiene el rugby en la localidad o el departamento me cuesta porque soy rugbier de corazón y de alma y tengo que ser objetivo y no puedo, amo el rugby pero a decir verdad, es una disciplina linda que enseña respeto y disciplina, principalmente al árbitro, a compañeros y a quienes tienen los otros colores dentro del campo. Te enseña valores dentro y fuera de la cancha, por eso me duele o nos duele a todos que se estigmatice al deporte por 5 o 6 personas que cometieron un error terrible y atroz, que no tiene nombre ni calificativo como ha sucedido durante años y lo último lo que pasó en Villa Gesell con el caso Fernando. Como rugbiers repudiamos totalmente lo que pasó”, rememoró con tono adusto.
“No obstante, me parece muy importante la inclusión de un nuevo deporte que a la vez es una disciplina muy inclusiva, el alto, el bajo, el flaco y el grueso tienen su espacio dentro del equipo, cada uno tiene su función e importancia. Nos servimos de los que descartan otros deportes, en el rugby son todos necesarios”, dijo mientras confiesa que está en búsqueda permanente de nuevos jugadores.
Gonzalo cuenta que hoy son “alrededor de 17 o 18 jugadores, de los cuales, aparte de mí, cuento con dos jugadores con experiencia en otros equipos que hace un par de años que no jugaban, por lo que tenemos a dos con experiencia de haber practicado en otras localidades, pero el 98% del equipo es gente de la isla, quienes saltaron a la cancha por primera vez el 24 de noviembre que fuimos a jugar a San Salvador una fecha del Rugby Social, son isleños. El 20 de marzo también debutaron muchos en casa, hicieron sus primeras armas en el deporte, lo bueno es que son casi todos chicos de Ibicuy”.
Sobre el torneo en el que participan indicó que “estamos en el primer escalón de la Unión Entrerriana de Rugby (UER), que es el Torneo Social Desarrollo, justamente el 29 de marzo la UER largó un `fixture´ con todas las localidades y departamentos por venir y fue muy gratificante para mí encontrar la palabra Ibicuy entre todos los que vamos a participar este 2022 en ese torneo”.
Gonzalo contó que “por el momento no contamos con una cancha, es nuestro anhelo y espero se dé a corto plazo, o en poco tiempo poder conseguir un predio”. Su ambición en cuanto al espacio físico es módica: “No importa si hay que desmontarlo, rellenarlo, lo que fuera, poner las H ya sería otro gran paso”. También destacó que “por el momento entrenamos en el Polideportivo Municipal, tenemos nuestro espacio ahí. Existe una predisposición del Municipio al 100%, es bueno porque hay que pagar el fichaje dentro de la Unión. Estamos trabajando para tener el club que es el sueño más grande, pero por lo pronto está esto y el Secretario de Deportes Juan Pablo Velázquez nos cedió una cantina un fin de semana para juntar dinero, cuando haya eventos de fútbol de veteranos por ejemplo”.
El profesor no tiene límites para los proyectos: Yarungos es un primer paso. “Mi sueño siempre fue tener un club, que no sea sólo de rugby sino tener hockey, fútbol, hándbol, vóley, que sea próspero y grande, empezando por este deporte”.
“La UER va a hacer un testeo con rugby 10 (jugadores), veremos cómo evoluciona eso pero por ahora seguimos con Rugby Social que este año es el primero desde el inicio, esperemos poder estar todo el año en todas las fechas. Es un trabajo arduo porque hay que comprar camisetas, más aún si se incorpora gente, pero lo más engorroso es el tema del transporte, así que a base de esfuerzo avanzamos”, destacó Correa, que casi sin darse cuenta escribió las primeras páginas del deporte en nuestras Islas.
