Con cinco nuevos detenidos y el secuestro de casi 50 kilos de cocaína en el norte bonaerense, la causa iniciada en Gualeguaychú se tornó en la más impactante de los últimos años.
La investigación iniciada tras el aterrizaje forzoso de una avioneta en Ibicuy, Entre Ríos, en enero de 2025, derivó en el desmantelamiento de una organización narco transnacional. La banda usaba una aeronave para ingresar droga desde Bolivia y almacenarla en una cava oculta en la provincia de Buenos Aires.
El operativo final se concretó el 16 de septiembre con seis allanamientos: cinco en CABA y uno en General Rodríguez. Allí, la organización había construido una fosa subterránea camuflada con tierra, donde se hallaron 26 kilos 650 gramos de cocaína.
Parte del cargamento se trasladaba a un departamento en Ciudad de Buenos Aires, donde se encontraron otros 23 kilos con 20 gramos. Además, se secuestraron 250 gramos listos para la venta en un vehículo utilizado para distribución nocturna.
En total, se incautaron 49 kilos y 670 gramos de cocaína, dinero en efectivo (pesos y dólares), vehículos, balanzas de precisión, celulares, dispositivos de almacenamiento y documentos clave. Cinco personas fueron detenidas, cuatro de nacionalidad peruana y una argentina.
La operación fue encabezada por el Escuadrón de Operaciones Antidrogas de Gendarmería, con apoyo de distintas unidades especializadas.
El origen de la causa
El 22 de enero, una avioneta Cessna aterrizó de emergencia en Ibicuy con 359 kilos de cocaína. El piloto (brasileño) y su acompañante (boliviana) fueron detenidos. Desde entonces, la Justicia Federal de Gualeguaychú —junto a la PROCUNAR y Gendarmería— comenzó una investigación para identificar a los responsables de la aeronave y la logística narco.
En junio, nuevos allanamientos permitieron secuestrar más cocaína, lingotes de oro, joyas, dinero, un simulador de vuelo y una placa identificatoria de la aeronave. También se detuvo a un ciudadano peruano y se emitieron órdenes de captura internacional contra otros dos implicados.
Los hermanos Steven y Saúl Villanueva Tomas, junto a su padre Saúl Villanueva Echevarría (todos peruanos), fueron identificados como los proveedores de la avioneta. Steven fue procesado en Argentina y su hermano fue detenido en Madrid con pedido de extradición.