Empezó la primavera, el verano está cada vez más cerca y las expectativas sobre la bajante histórica del Paraná siguen sin ser favorables. Hubo un pequeño atenuante, porque el Río creció frente a diferentes ciudades de Entre Ríos, aunque continúa lejos de sus niveles normales y de la marca de aguas bajas.
La perspectiva para 30 de noviembre próximo “es aún desfavorable, con probabilidad de extenderse en los subsiguientes dos meses por lo menos”, aseguró el Instituto Nacional del Agua (INA). ¿Es posible que haya un verano sin río en algunas zonas?
El INA espera que la altura en la capital, Paraná, permanezca “con oscilaciones, aumentando levemente”, pero bajando entre 25 y 57 centímetros a finales de mes.
A pesar de registrar un “importante incremento en el caudal descargado desde la alta cuenca”, y esperar que el río continúe creciendo “un 35% más que una semana atrás”, para el INA “prevalece una tendencia descendente” en las aguas del Paraná.
Por otra parte, los resultados del Centros Mundiales de Pronóstico Climático prevén condiciones “levemente deficitarias” para los próximos tres meses, principalmente en el litoral argentino.
La bajante extraordinaria, que se espera que se acerque a la peor situación hídrica detectada desde 1944, viene afectando la vida ambiental, económica, productiva y social de ciudades a la vera del agua en Entre Ríos.