Por Romina Ayré
Luego de dos hechos violentos registrados en la localidad de Ibicuy, los vecinos reclamaron que las autoridades gestionen mayor control y seguridad. Por eso marcharon desde Plaza San Martín hasta el frente de la Municipalidad: para exigir mayor compromiso y también para visibilizar el miedo por algunos sucesos recientes.
El primero ocurrió en una fiesta familiar, cuando un grupo de personas quedó envuelto en un altercado en la vía pública, que ahora investiga la Justicia. En ese altercado resultó herido gravemente con un arma blanca un hombre de más de 30 años, quien fue trasladado a la ciudad de Zárate pero falleció días después. Era padre de dos hijos pequeños. Los agresores fueron detenidos y están siendo procesados, acusados de homicidio.
Luego de este caso, que generó conmoción en la pequeña ciudad de Ibicuy, se hizo viral un video en donde una mujer golpea, patea en la cabeza y arrastra de los pelos a otra en plena calle céntrica, a escasos metros de la dependencia policial y en horas de la mañana, cuando hay muchas personas transitando por allí.
Mientras realizaba este acto de violencia, otras dos mujeres filmaban y se reían del ataque, y luego subieron el video a las redes sociales. Cabe aclarar que las personas involucradas eran mayores de edad, por lo que los vecinos se preguntan por qué la policía no intervino en ningún momento para evitar la golpiza.
Luego de radicada la denuncia por la familia de la damnificada, la Justicia impuso medidas restrictivas contra la agresora, quien tendría antecedentes de violencia previos.
Estos sucesos indignaron a la población, causaron el repudio masivo y movilizaron a la comunidad, acostumbrada a la tranquilidad habitual que se vive en Ibicuy, cada vez más condicionada.
Decididas a exigir que se gestione ante las autoridades provinciales y departamentales una mejora en el sistema de seguridad, las personas que se manifestaron pacíficamente frente a la Municipalidad le plantearon ésta y otras problemáticas relacionadas al intendente Gustavo Roldán, quien se comprometió con los vecinos y las vecinas a buscar una solución.
La seguridad que pidieron incluye mayor control, que dote de más efectivos las calles de la ciudad, que haya más rondas de patrullaje nocturno y recursos para el destacamento policial local, que cuenta con muy pocos efectivos, aproximadamente uno cada 1.200 habitantes.
Esto hace que se generen zonas liberadas o que no haya suficiente personal para evitar los hechos de violencia callejera, como tampoco los hurtos constantes en los domicilios, sobre todo en horario nocturno y los fines de semana.