DETECTARON NIVELES SUPERIORES DE COBRE, NÍQUEL Y CROMO EN LA DESEMBOCADURA DEL ARROYO EL CUERA

0
4

Es el resultado del análisis del río Gualeguaychú realizada por un equipo del CONICET. Las conclusiones indican que el nivel de salubridad es aceptable y se encuentra dentro de los niveles guía para la vida acuática.

El Municipio presentó los resultados del Informe de Análisis de Agua y de Sedimentos del río Gualeguaychú, una investigación realizada por un equipo interdisciplinario del CONICET para determinar los valores de salubridad del río.

Los resultados y las explicaciones del equipo científico fueron presentados ante la presencia del intendente Mauricio Davico, la subsecretaria de Ambiente y Seguridad Alimentaria, Ivana Zecca, e integrantes del Foro Ambiental, la Asociación Civil para la Preservación y Desarrollo Sustentable del Río Gualeguaychú y la Asamblea Ambiental, quienes participaron en una transmisión vía Zoom con los investigadores, en el Salón Azul del Palacio Municipal.

El objetivo del trabajo fue realizar un relevamiento técnico-científico del proceso de dragado del río Gualeguaychú, mediante el análisis de las condiciones del cauce y los sedimentos removidos, con el fin de evaluar su estado actual y el posible impacto ambiental asociado a la intervención.

Elaborado por un equipo interdisciplinario del CONICET encabezado por la Dra. Laura de Cabo, la Dra. Patricia Marconi, el Dr. Gabriel Basílico y el Lic. Juan Gabriel Sánchez Novoa, el estudio que fue realizado el pasado 10 de junio de 2025 en seis puntos clave del cauce principal, constituye una radiografía actualizada del estado ambiental del río y un insumo fundamental para la toma de decisiones en políticas públicas.

En este sentido, el muestreo determinó que los parámetros básicos del agua – temperatura, oxígeno disuelto, pH y conductividad – se encuentran dentro de los valores esperables y compatibles con la protección de la vida acuática. El oxígeno disuelto registró valores entre 5,28 y 6,31 mg/L, considerados aceptables según normativa vigente, aunque algo por debajo de los promedios reportados en años anteriores.

En cuanto a nutrientes y sólidos en suspensión, el informe señala que el nivel de salubridad es aceptable y que las concentraciones de amonio se mantienen muy por debajo de los límites que afectarían a la fauna acuática. En conclusión, el agua del río en la fecha de muestreo mostró condiciones ambientales saludables.

En lo que respecta a los sedimentos, el estudio cobra especial relevancia, ya que allí se concentran metales pesados e hidrocarburos, capaces de acumularse en organismos bentónicos y peces, con riesgo de biomagnificación en la cadena alimentaria.

En la mayoría de los sitios evaluados (1, 2, 3, 5 y 6) los niveles de cromo, cobre y níquel no superaron los valores guía internacionales. Sin embargo, en el Sitio 4, aguas abajo de la desembocadura del arroyo El Cura, se detectaron concentraciones de cobre (58,47 mg/kg) y níquel (38,36 mg/kg), y también se registró allí un valor de cromo (24,85 mg/kg) significativamente mayor que en los demás puntos, aunque aún por debajo de los límites de referencia.

De acuerdo a los valores guía para sedimentos, los niveles de Cromo superiores a 37,3 mg/kg tienen efectos leves, y a partir de las mediciones mayores de 90,0 mg/kg, tienen efectos graves.

En lo que respecta al Cobre, más de 35,7 mg/kg es el límite para los efectos leves y de 197 mg/kg para los graves. Finalmente, el límite para los efectos leves en el Níquel es de 22,7 mg/kg y para los graves de 48,6 mg/kg.

Respecto de los hidrocarburos totales de petróleo (HTP), los valores oscilaron entre 218 y 457 mg/kg, muy por debajo de la concentración máxima permisible establecida en la normativa de Países Bajos (1000 mg/kg), aunque superiores al nivel objetivo (50 mg/kg).

Para evaluar efectos genotóxicos se aplicó el Allium cepa test, una prueba internacionalmente validada con semillas de cebolla. El ensayo concluyó que no se observaron efectos mutagénicos significativos en ninguno de los seis sitios analizados, confirmando que los sedimentos, a pesar de la presencia de metales pesados en algunos sectores, no producen alteraciones celulares relevantes en condiciones actuales.

Conclusiones y recomendaciones
El informe concluye que el río Gualeguaychú presenta niveles de metales dentro de parámetros aceptables en la mayoría de los puntos evaluados. Sin embargo, advierte sobre la situación detectada en el Sitio 4, donde las concentraciones de cobre y níquel requieren especial atención.

Los especialistas remarcan que cualquier intervención física en el lecho del río podría liberar los elementos atrapados en los sedimentos, aumentando la toxicidad del agua. Por ello, recomiendan que toda disposición final de sedimentos sea evaluada y tratada previamente, garantizando la inocuidad ambiental y la protección de los usos del suelo y del agua en la cuenca.

Asimismo, destacan que la materia orgánica de los sedimentos juega un papel clave en la fijación o liberación de metales pesados, y que factores como el pH, la salinidad, el oxígeno disuelto o el potencial redox pueden modificar su movilidad y riesgo.

El muestreo fue realizado en conjunto con el Municipio de Gualeguaychú, que aportó la embarcación y personal para las tareas de campo. Los análisis fueron llevados adelante en laboratorios del CONICET y en instituciones colaboradoras como la Universidad de Buenos Aires, PROANÁLISIS y el INTA.

Con este diagnóstico actualizado, Gualeguaychú refuerza su compromiso con el cuidado del río, patrimonio ambiental y cultural de toda la comunidad, y avanza en la implementación de políticas que garanticen un desarrollo sustentable y responsable.